30 de julio de 2019
¡Hola amores míos!
A pesar de que en muchas de las modernas enseñanzas sobre la no-dualidad el “yo” tiene mala fama, en la Enseñanza Viva del Advaita el “yo” no es un enemigo. Tampoco estamos de acuerdo con la idea de que el uso de pronombres personales sea un indicador de ignorancia espiritual.
La sensación de ser alguien con un nombre y una forma no acarrea sufrimiento a pesar de todo.
La autoimplicación es el verdadero culpable. La autoimplicación es lo que sucede cuando la falsa sensación de ser una entidad independiente se apropia del yo. Entonces el yo funcional se transforma en un instrumento de sufrimiento. Enfocarse solo en el yo sin ir más profundo es no haber entendido el asunto en absoluto.
La Enseñanza Viva del Advaita nos invita a mirar tan profundo como nos sea posible. Quizás pueda haber un reconocimiento de que el “yo” es simplemente el vehículo a través del cual el sufrimiento es conducido algunas veces. El “yo” es un agente no un autor. Con tal reconocimiento se abren las puertas a una nueva posibilidad ya la oportunidad de descubrir quién/qué es verdaderamente ese “yo”.
Ojalá os encontréis ahora.
con amor
Wayne