Enero 31 2020
Queridos míos:
Alrededor de los dos años de edad los seres humanos desarrollan la sensación de que son entidades independientes. Tal sensación (aunque demostrablemente falsa) lleva unido un reconocimiento de estar separados de los objetos que nos rodean. ¡O sea que nos sentimos separados e independientes! Ese es el punto de partida, desde el que brota la semilla del aislamiento y del sufrimiento.
Pero no estamos desconectados. Nunca estuvimos desconectados. Todos somos aspectos de la misma Fuente. Esa es la gran Realidad. Esa es la Verdad fundamental que está en el fondo de todos nosotros. Las religiones usan a menudo el término “alma” para señalar esa naturaleza eterna de nuestro ser.
Cuando nos es posible parar y mirar dentro de nosotros se puede hacer posible también reconocer ese aspecto esencial nuestro… nuestra alma… esa cualidad inmóvil y real que estaba ahí antes de que naciéramos y que seguirá ahí después de nuestra muerte.
La indagacion del buscador es conocer su propia alma. Reconocer la naturaleza fundamental de quienes somos. Cómo sucede en cada persona es muy variable. Pero de alguna manera la indagación de conocerse a uno mismo y vivir en paz con quien y con lo que soy, es el viaje final.
Ojalá os encontréis ahora.
Con amor,
Wayne